El Reportaje de la Semana

Pais: Moldavia

Ciudad: Kishinev

Nacimiento entre oriente y occidente Moldavia nació apenas hace unos años. En el recuerdo de su historia quedan los restos imperiales de la época de los zares, recuerdos en la historia de un país que emerge con fuerza en tierras antiguas, en la frontera entre oriente y occidente.

El territorio incluye la zona norte de Besarabia y la región sur de Bucovina. La orografía de Moldavia se caracteriza por ser una llanura muy fértil, interrumpida tan solo por suves colinas, especialmente en el norte y el centro del país. El principal río, el Dniéster fluye por el oriente, desembocando en el Mar Negro, mientras que el Prut lo hace por le oeste, marcando la frontera natural con Rumania.

El régimen comunista no admitía diferencias y con el cambio político esta característica se ha mantenido. Los jóvenes tienen un gran sentido del humor y es fácil relacionarse con ellos. De hecho, "ligar" es uno de los alicientes de la movida nocturna de estas ciudades, eso sí, siempre de una manera sana y correcta. Las mujeres en este aspecto también se han igualado a los hombres.

La gastronomía de la CEI ha sabido mezclar lo mejor de las cocinas oriental y occidental. No suele ofrecer platos de digestión pesada, ni de sabor picante, pero la mezcla de sabores agridulces es realmente magistral. Para empezar, los famosos entremeses entre los que no faltarán el caviar y los blimis, tortitas de maíz con arenques en una salsa de nata agria. Después se sirven las densas sopas, pruebe la de remolacha o la de verduras, son deliciosas. A continuación los platos fuertes. En carnes se puede disfrutar de bovino, novillo o ternera, mientras que la caza tiene una preparación excelente con salsas exquisitas de sabores suaves que compensan perfectamente el sabor de perdices o faisanes. En cuanto a pescados, el salmón y el esturión son los más conocidos, pero también se encuentran variedades de pescados de agua dulce de sabor exquisito.

Mouses o helados elaborados artesanalmente que destacan por su variedad. Bebidas Para acompañar esta abundante comida se suele beber vodka muy frío o kvas, una especie de cerveza dulce hecha de malta de cebada, centeno y mucho azúcar. También se puede beber la cerveza local.

Brazaletes de ámbar, broches de selenita y todo tipo de marfiles. La cerámica suele estar adornada en color blanco y azul, las más conocidas son las de Gzel. También se pueden encontrar libros antiguos, discos de música clásica de los mejores compositores rusos, sellos, grabados y como no, preciosos iconos.

Si le gusta caminar, las amplias avenidas y las hermosas plazas son un marco incomparable para respirar el verdadero movimiento de esta ciudades y observar el comportamiento de sus moradores. También los espacios verdes ofrecen un entorno muy agradable y cuidado por el que dar un bonito paseo. Además del ajedrez se puede disfrutar con deportes como el fútbol, el baloncesto, el atletismo o la natación.

En el interior de las ciudades no tendrá ningún problema para utilizar el transporte público. Los horarios van desde las 5.30 h. de la mañana hasta la una de la madrugada. Aunque los indicadores de las estaciones, recorridos y líneas están escritos en alfabeto cirílico. Si usted prefiere utilizar el autobús, el tranvía o los trolebuses tenga en cuenta que no existe cobrador. Los billetes se adquieren en unas máquinas automáticas que están instaladas en el interior de los vehículos o bien, comprando un talonario al conductor que perforará uno en cada viaje.

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