31 mayo, 2007

San Pablo, Valladolid

Una de las obras más espectaculares de Valladolid es la Iglesia conventual de San Pablo, situada en la plaza a la que da nombre.

Es una fundación real de Doña Violante, mujer de Alfonso X, del año 1276. Hoy no queda el convento de origen, sino la iglesia que Torquemada mandó construir en el s. XIV. Lo demás se perdió en la desamortización. Sufrió, también, otras modificaciones, como las que hizo el duque de Lerma (valido de Felipe III, y conocido por ser el promotor de cambiar la capital del reino a Valladolid). Él se encargó, en el s. XVII, de aumentar la fachada convirtiéndola en la de una iglesia digna de reyes. No sólo elevó la fachada, sino que puso naves laterales y la llenó con blasones con su escudo, entre otras cosas.

Actualmente, esta fachada está en proceso de limpieza y reconstrucción, hasta final de año. Por ello los turistas y vallisoletanos no pueden disfrutar de esta maravilla de la arquitectura. Como solución a esto, se ha montado un elevador paralelo a los andamios. En él se pueden subir para contemplar de cerca los detalles y una bonita vista de Valladolid. Para ello hay que llevar casco y pagar 3€ (1,50€ para los mayores de 65 años). El ascenso es tranquilo, para que nadie lo pase mal.

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